En el mismo momento en que Ediciones Encuentro me
encomendó la traducción del francés del impresionante libro de Pierre PROVOYEUR Marc Chagall[1], Museo de Niza[2],
sentí cómo de sus páginas fluían los colores más cegadores y la música más
evocadora posible. Los destellos de su pincel se mezclaban con el rítmico sonido
de las poesías que contiene, que finalmente se dejaron en su lengua original -francés- por deseo de la viuda de Chagall. Los colores salían del papel, y
se confundían con los sonidos de las teclas y de la pantalla del ordenador, a
medida que la traducción avanzaba, y la estancia se iba sumergiendo en sus colores
sonoros. Difícil pero pacificador trabajo. El resultado está ahí[3]. Después
de su edición y de visitar el museo de Niza, mi idea de la pintura se confundió
con mi vivencia de la música, sin llegar a separar nunca más la una de la otra.
Estos días, precisamente, se ofrece la posibilidad de
visitar una parte de su obra en el Museo Thyssen-Bornemisza y
Fundación Caja Madrid (del 14 de febrero al 20 de mayo de 2012) http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2012/chagall/
Quizá las palabras de José Gaspar Birlanga Trigueros sean
un incentivo más para acercarse a la impresionante figura de un personaje tan
evocador: Desde su infancia, la música
siempre estuvo presente en la vida y en la obra de Marc Chagall. Pero esa
presencia lejos de mitigarse se acrecentó hasta el punto de que su hacer
pictórico puede entenderse al modo de una composición musical. Los colores se
disponen en el cuadro como tonalidades, los objetos se disponen en el lienzo
como las notas de una partitura e incluso como los instrumentos de una orquesta.
Además de todo ello, la influencia de los elementos musicales acrecienta aún
más en el espíritu y en la letra de su obra la sensación de liberación del peso
de la gravedad.
Así, sus cuadros desde el punto de vista del contenido están
plagados de continuadas referencias a la música (instrumentos, intérpretes,
ritmos,…); pero también desde el punto de vista formal: los valores
compositivos, el uso expresionista del color, la condensación volumétrica, el
irreal (o surreal) carácter figuracionista, todo ello puede ser leído en una
confluencia de lenguajes (plástico y musical) que colaborarán en la creación de
composiciones más libres, más emotivas, más danzantes y cálidamente volátiles. Este
acercamiento a la pintura de Chagall desde la música, y desde sus músicas, permite entender mejor
su idea del arte como celebración, como con-versión al amor y a la alegría de
una vida vivida desde esa partitura. Como él decía: El color, como la música, es vibración. Todo es vibración.
[1] Marc Chagall (en ruso
Марк Захарович Шагал (Mark
Zajárovich Shagal); (Vitebsk, 7 de julio de 1887 - Saint-Paul de Vence, Francia, 28 de marzo
de 1985)
fue un pintor francés
de origen bielorruso.
[2] Marc Chagall, Museo de Niza, de Pierre
PROVOYEUR. Ediciones Encuentro, Madrid, 1984, 259 pp. ISBN: 8474901081.
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