Algunas de las obras rupestres de la
cueva de Altamira y de otras cavernas del norte de la península se han
convertido en la expresión artística más antigua de los seres humanos, quizás anterior
a nuestra propia especie. Un nuevo método de datación ha permitido
averiguar que la creatividad simbólica tiene más de 40.000 años y se ha encontradoen
una zona donde por entonces habitaban los neandertales. ¿Fueron ellos los
autores?
Esta pregunta, sin una confirmación
por el momento, se refiere a la hipótesis que plantea la investigación que hoy
publica la revista 'Science' y que confirma que el arte rupestre es al
menos 5.000 años anterior a lo que se pensaba hasta ahora.
Las evidencias
de esta creatividad humana, sea o no de un 'sapiens', se han localizado en
tres cuevas de las 11 investigadas por un equipo liderado por Alistair
Pike, de la Universidad de Bristol, pero formado, principalmente, por
investigadores de España y Portugal.
Hasta ahora no era fácil datar estas
pinturas prehistóricas, pero Pike ha desarrollado un método que mide
los isótopos de uranio en las calcitas, una costra de milímetros que se ha
ido depositando sobre las pinturas con el paso de los milenios.
Una sorpresa
inesperada
En total, se recogieron 50 muestras
microscópicas en las cuevas. Joao Zilhao, uno de los coautores, e impulsor del
trabajo, reconocía a ELMUNDO.es que no podía imaginarse que fueran a obtener
fechas tan antiguas. Zilhao, de la Universidad de Barcelona, ya encontró, en
cuevas en Murcia, conchas perforadas utilizadas como adornos por
los neandertales.
En concreto, ahora, en la cueva El
Castillo se ha determinado que algunas de las huellas de manos
y discos rojos tienen al menos 40.800 años, lo más antiguo del mundo. En Altamira,
encontraron que unas figuras claviformes (como hoy se pintan las gaviotas en la
lejanía), en el Techo de los Polícromos, que tienen 35.600 años (10.000 más de
lo que se creía); y en la cueva Tito Bustillo dos figuras
humanas sencillas de entre 35.000 y 29.600 años. Todas ellas son Patrimonio de
la Humanidad.
No todos los
autores del trabajo defienden que las hicieran neandertales. Entre los
que así lo creen está Zilhao: "Ya hemos encontrado que los neandertales se
decoraban el cuerpo con ocre, que tenían adornos y tallaban piezas, así que
también podían hacer arte no figurativo", asegura. Otros, como José
Antonio Lasheras, director del Centro de Investigación de Altamira, creen
que es precipitada esta conclusión y que aún no se puede afirmar con certeza
quién hizo esas pinturas.
El debate científico está servido.
Si fueron los autores, ¿eran entonces los neandertales como nosotros, los
'sapiens'? ¿Qué nos hace especiales respecto a ellos? Para
algunos de los autores, este hallazgo confirma que no había diferencias y que
los neandertales acabaron por 'fusionarse' con los cromañones.
De momento, lo único confirmado es
que durante 25.000 años, Altamira fue un lugar elegido por nuestros
antepasados para dejar su huella creativa. Era un lugar especial del que no
se perdió la memoria y que aún oculta muchos misterios sobre un pasado de
encuentros y desencuentros entre una humanidad que iniciaba sus pasos y otra
que daba sus últimos balbuceos.
( Rosa M.
Tristán | elmundo.es Actualizado viernes 15/06/2012 10:09
horas)
Si
el debate científico está servido, Carlos García Benito -extraordinario aunque
joven investigador de la Universidad de Zaragoza, y titulado superior en Musicología
por el Conservatorio Superior de Música de Aragón- podrá hacer una novedosa
aportación a la cuestión con un exhaustivo y novedoso trabajo acerca de La Arqueología Musical o Arqueomusicología,
disciplina científica que une Historia,
y más concretamente Arqueología, con la Musicología, con abundantes elementos
derivados de la Etnomusicología: Acústica, Antropología, Arqueología Experimental,
Arte, Etnoarqueología, Etnografía, Organología, Sociología, etc. Este largo proceso
concluirá en breve con la defensa de una Tesis Doctoral sobre el tema, que
tengo el honor de codirigir, al tiempo que disfrutar mientras leo.
Sólo
queda esperar a que la Tesis reciba el merecido premio y podamos leer su extraordinario
contenido en una anhelada publicación.