martes, 6 de octubre de 2009

22. Viajes

Para desarrollar y si es posible aumentar la amistad y concordia entre los cantores y el resto de Amigos del Canto Gregoriano, generalmente el Coro realiza dos viajes anuales. A ellos se invita a los cónyuges de los coralistas y otras amistades afines al canto gregoriano, entre los que se encuentran músicos, arquitectos, historiadores..., especialistas normalmente, que luego hacen de guías en la localidad de destino. Casi siempre se llenan dos autobuses
El primero se hace en el mes de noviembre, como colofón y cierre de las Jornadas de Canto Gregoriano, y el segundo hacia final de mayo o principio de junio, con motivo del fin de cada curso, para cerrar el ciclo anual de cantos.
El destino suele ser en ambos casos el mismo: un monasterio de Aragón, en el que después de la visita, se canta una misa gregoriana en la iglesia del pueblo, monasterio, ermita o santuario y se termina con la comida de fraternidad en un restaurante cercano. Por la tarde, se hace una parada en alguna iglesia, dentro del itinerario, para cantar vísperas o algún himno o antífona.
En algunas ocasiones, el viaje de fin de curso lo hacemos por invitación de algún pueblo que celebra alguna festividad o aniversario y la comida se celebra en el campo en compañía de los habitantes del pueblo.
Deseamos en lo sucesivo, dejar constancia en estas páginas de cada uno de estos viajes

Como colofón a las VI Jornadas de Canto Gregoriano, el día 11 de noviembre de 2001, a las 12 h., el grupo de los Amigos del Canto Gregoriano, cantaron la Misa de Rito Cartujano ( toda ella en latín, al modo clásico), en el Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Por la tarde, una amable invitación de los Amigos de Serrablo, nos proporcionó al grupo la dicha de conocer dos de las iglesias de este contorno. El propio Presidente de esta Asociación, Julio Gavín Moya, nos acompañó en el recorrido, dándonos cuenta de la labor que habían realizado en una gran cantidad de iglesias románicas del contorno, para la recuperación de las mismas, algunas de las cuales ya se encontraban casi en ruina total.

Las iglesias visitadas fueron:
San Pedro de Lárrede, cuya fotografía de la izquierda nos muestra esta inigualable estampa, es considerada por Ricardo del Arco, en su Catálogo Monumental de España, como la joya de todo el contorno de Jaca.Pertenece al primer románico aragonés (finales del siglo XI), rico en influjos mozárabes."Sobre la capilla del lado del Evangelio descansa la torre, lisa en toda su altura, con ventanales de tres arquillos de herradura sobre pilares cilíndricos exentos y adosados... La comunicación con el templo se hizo por un arco de herradura, ahora tapiado".

San Juan de Busa es otro espléndido ejemplar del románico aragonés con reminiscencias mozárabes. Fue reconstruido íntegramente por los Amigos de Serrablo e inaugurado el 24 de junio de 1977. Según A. Durán es "quizá el único ejemplar del grupo serrablés que no ha sufrido alteración, conservándose original e inacabado".

VISITA DE LOS"AMIGOS DEL CANTO GREGORIANO"A LA ERMITA ROMÁNICA DE
SAN FRUCTUOSO. BIERGE (Huesca)

El día 21 de noviembre de 2004, los "Amigos del Canto Gregoriano" visitamos el pueblo de Bierge, en cuya Iglesia Parroquial tuvimos el placer de cantar una Misa Gregoriana, como cierre de las IX Jornadas de Canto Gregoriano.
Del Catálogo Monumental de España. Huesca, de Ricardo del Arco, entresacamos el siguiente texto:
A la entrada del pueblo se encuentra la iglesia de San Fructuoso, que en lo antiguo, y aún en el siglo pasado, ha servido de parroquial. La planta es un cuadrilongo; la techumbre fue de armadura sobre arcos apuntados transversales. El presbiterio es notabilísimo, por hallarse todo él pintado con historias de mucho interés. Es obra de final del s. XIII, aunque a juzgar por varias coronas y tocados que adornan algunas cabezas, pudiera creerse de mayor antigüedad. El muro del altar mayor está dividido en cuatro zonas, interrumpidas por nichos grandes, de compartimientos.
Aunque este templo ha sido restaurado, se han respetado con buen acuerdo las pinturas murales. La escena central está casi oculta por un gran retablo de la época de Felipe III. Solamente se ve el remate, la Crucifixión con la Virgen, San Juan, Longinos y un sayón acercando la esponja a los labios de Jesús, que conserva más vestigios románicos que el resto de la decoración.
Los muros laterales están divididos en otras cuatro zonas, de unos 90 cm de altura. Los meandros o fajas que las separan -a lo románico- son de un palmo de ancho. En el lado de la Epístola aparece, en gran tamaño, la efigie del evangelista San Juan, de pie, bendiciendo, bajo templete gótico. En el lado del Evangelio, San Nicolás, con hábitos de obispo. A sus lados dos diáconos, el uno con el báculo de su obispo y ambos con libro. A continuación dos acólitos con candelero y arriba dos ángeles alados. En el muro lateral de la derecha, cuatro zonas de escenas de la vida de San Juan Evangelista, y en el frontero, once pasajes de la vida y martirio de San Nicolás, obispo.
El intradós del arco triunfal conserva decoración de ángeles tocando trompetas. Son pinturas de gran valor, por su número, su buen estado de conservación y su interés artístico. El estilo mezcla arcaísmos y cierta dureza técnica con elementos importados del gótico francés.
El tempo parroquial y el filial de San Lorenzo perdieron todo vestigio de culto. Se recuperaron los vasos sagrados y la custodia, y la cruz procesional, del siglo XVlll.

Después de la misa, la profesora María del Carmen Lacarra Ducay nos acompañó en la visita a esta ermita declarada Monumento Nacional, donde nos expuso de una forma detallada toda la historia y vicisitudes de las pinturas. Dicen los escritos que esta ermita se asienta sobre las ruinas de una mezquita árabe.
En la actualidad, lo que queda de ellas ocupa el frontal del altar, pues hubo que trasladarlas para su recuperación y posterior ubicación. Según el folleto que nos ofreció el Ayuntamiento de Bierge fueron "restauradas en 1995 y ofrecen al visitante unos llamativos motivos policromados de la vida de San Fructuoso, San Nicolás de Bari y San Juan Evangelista..."

La comida tuvimos que realizarla en dos hosterías de Bierge, debido a la afluencia de personas que nos acompañaron. Posteriormente nos trasladamos a la ciudad de Huesca, en cuya Iglesia Catedral, los "Amigos del canto Gregoriano" participamos en el canto del Te Deum, himno final del drama litúrgico-medieval Los tres Reyes Magos. La mágnifica interpretación de este drama, corrió a cargo del Coro Gregoriano Domus Aurea.
Previamente, el arquitecto Dr. José Laborda Ynieva que nos acompañaba, con los conocimientos que posee en su especialidad, hizo de guía para todos nosotros en un recorrido por los edificios más emblemáticos de la ciudad, lo cual nos causó una gran satisfacción, por su aportación de datos y anécdotas, desconocidos para nosotros.
Final de viaje y regreso a Zaragoza.

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