lunes, 5 de octubre de 2009

7. IV Jornadas de Canto Gregoriano (1999)

LOS MONASTERIOS ARAGONESES

Zaragoza 3 - 12 de noviembre de 1999
Coordinación: LUIS PRENSA - PEDRO CALAHORRA

Organiza: Cátedra de Música Medieval Aragonesa, Sección de Música Antigua, de la Institución "Fernando el Católico".
Colaboran: Caja de Ahorros de la Inmaculada (Servicio de Cultura), Parroquia de San Pablo, Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Poblet

A través de la vida de los monasterios medievales se podría rastrear la civilización, la cultura y las costumbres de las regiones donde fueron implantándose. El magnetismo que muchos de ellos poseían explica que a su alrededor fueran creciendo burgos, villas y ciudades. En ellos residían el maestro, el arquitecto, el "médico", el músico; y a ellos acudían quienes necesitaban conocimientos. En Aragón, ya en el siglo VI, sabemos de la existencia del Monasterio de Asán, y el de las Santas Masas en la ciudad de Zaragoza; en el siglo VII, los monasterios de Obarra y de Alaón. Luego vendrán muchos más: San Martín de Cercito, San Pedro de Siresa, San Juan de Ruesta, San Pelayo de Gavín... y tantos otros.
El paso del tiempo hizo que muchos de ellos desaparecieran, y que, con la creación de nuevas órdenes monásticas (benedictinos, cistercienses, cartujos ... ), se fuera poblando el territorio aragonés de nuevos cenobios. Cada uno de ellos, según su forma de vida, tenía su propia arquitectura, sus tradiciones, su liturgia, sus cantos. Podría decirse que cada uno de los monasterios constituía un universo propio.
Estas IV Jornadas pretenden dar a conocer este variado y completo mundo, donde la vida diaria giraba alrededor de un eje central: la liturgia. Dice la tradición que, desde los primeros siglos, esta liturgia se revestía de colores y sonidos diversos. Mucho sabemos de sus prácticas musicales en la liturgia, porque así nos ha sido transmitido en los bellos códices que aún se conservan en nuestros archivos. Pero todavía quedan zonas de sombra que nos gustaría iluminar para tener una idea más cabal de esta parte de nuestra historia.
Este es el objetivo de las IV Jornadas, Los Monasterios aragoneses, conocer mejor los monasterios, sus tradiciones y su música, para así enriquecer nuestro acervo musical y hacer más fácil el aprendizaje de otras formas de canto, que sonaron durante siglos en nuestras montañas y en nuestros valles, en nuestras villas y ciudades. Como siempre, Psallite sapienter, saber un poco más para cantar mejor".
Luis Prensa

Dia 3, miércoles: 20 h.
EL MONACATO, ACTUALIDAD DE LA IGLESIA. Dom Jesús M. OLIVER, Monje Cisterciense de Poblet.
El romanticismo del siglo XIX consagró la idea de que el Canto Gregoriano era una música medieval copiada y transmitida en venerables manuscritos compuestos en los más florecientes monasterios de la época. Con ser cierta esta idea, no es la verdad histórica completa. A los manuscritos medievales precedió una tradición oral casi milenaria, y siguió esta misma tradición oral junto a la escrita hasta el día de hoy. El canto Gregoriano no es solo una música de la Edad Media, sino también de la Edad Antigua, Moderna y Contemporánea, y por eso el repertorio gregoriano no es comparable con los que nos transmiten la música de determinados autores y géneros ligados a determinados períodos: trovadores, polifonía del "ars antiqua", del Renacimiento, del Barroco, etc. Su condición de música viva ha dado al Canto Gregoriano una personalidad propia y una fuerza capaz de regular y conducir la producción de la música occidental por los caminos que han posibilitado una creatividad que en vano buscaríamos en las culturales no occidentales.
La vida monástica sigue de cerca la marcha de la Iglesia en el transcurso de la historia, de manera que muchas veces resulta imposible separarlas. Una vez la Iglesia encuentra un cauce pacífico para su desarrollo, el cristiano, que no otra cosa es un monje, llevado por el Espíritu, busca sus caminos para vivir en plenitud la gracia del bautismo. En Oriente encuentra un terreno abonado que perdura hasta nuestros días. En Occidente podemos señalar cinco grandes momentos. En 816 - 817, con la reforma de san Benito de Aniano; en 910, con la fundación de Cluny; en 1098, con el inicio de la reforma cisterciense; y en otro aspecto no benedictino, en 1084, con la fundación de la Cartuja por san Bruno. En los tiempos modernos, la resurrección iniciada por Dom Guéranger al fundar el monasterio de Solesmes, en 1833. Y así hasta nuestros días, con la crisis y la renovación conciliar.

Dia 4, jueves: 20 h.Canto. Iglesia de San Pablo
CANTO CISTERCIENSE. Dom José Alegre. Abad de Poblet. Schola Gregoriana Domus Aurea. Dir.: Luis Prensa. Coro Amigos del Canto Gregoriano. Órgano: Dom Jordi Bou. Monje de Poblet
Vísperas de la Fiesta de San Bernardo, según los cantorales del Monasterio Cisterciense de Santa Fe (Zaragoza). 8 h. de la tarde, en la Iglesia de San Pablo, Zaragoza.

Dia 5, viernes: 20 h.
EL MONASTERIO: ESPÍRITU Y FORMA. Elena BARLÉS BÁGUENA. Universidad de Zaragoza
El deseo de alejarse del mundo con el fin de dedicarse con exclusividad al cultivo de la vida espiritual constituye un fenómeno humano que se ha manifestado a lo largo de toda la historia en el seno de las más diversas culturas y religiones. En el ámbito cristiano, este anhelo de abandonar el mundo encaminado hacia la búsqueda profunda de Dios dio lugar a una temprana aparición de los primeros monjes que, individualmente o en grupos o comunidades, se instalaron en Egipto y Palestina hacia finales del siglo III -comienzos del IV.Desde entonces y a lo largo de la Edad Media surgieron numerosos movimientos monásticos y conventuales que, compartiendo en esencia los mismos fines evangélicos, propusieron para sus miembros y comunidades, según el espíritu cambiante de la sociedad de cada época, distintos ideales de vida. El espíritu y la práctica de cada congregación u orden monástica o conventual tuvo su perfecta plasmación material en el marco arquitectónico de sus comunidades. Es precisamente el objetivo fundamental de esta conferencia examinar cómo en la Edad Media cada orden monástica o conventual generó monasterios y conventos con sus particulares dependencias, sus singulares disposiciones de plantas y sus peculiares alzados.Tres órdenes religiosas con muy diferentes modos de vida ilustraron este recorrido: Cluny (s. X), que representa la restauración de la vida monástica de marcado carácter cenobítico, basada en la Regla de san Benito; la Orden Cartujana (s. XI) y caracterizada por la vocación eremítica de sus miembros, y la Orden Franciscana (s. XIII) volcada a la predicación y evangelización.

Dia 7, domingo: 10 h. CantoMonasterio Poblet
CANTO GREGORIANO. Coro Amigos del Canto Gregoriano.
Misa, 10 h., en la Iglesia del Real Monasterio Cisterciense de Poblet (Tarragona). Monjes cirtercienses del Monasterio, acompañados por el coro de Amigos del Canto Gregoriano y simpatizantes.

Dia 8, lunes: 20 h.
GEOGRAFÍA DE LOS MONASTERIOS ARAGONESES. Ricardo MUR SAURA. Jaca
Los monasterios han constituido un elemento clave en los orígenes y devenir histórico de Aragón. No sólo hay que ver en ellos unos centros de vida espiritual, ni tampoco unos focos centrífugos y centrípetos de actividad económica, comercial, administrativa, cultural y política. Además de lo dicho, los monasterios son un legado del pasado que nos muestra una sabiduría ancestral, una forma de vivir a menudo desconocida para el hombre vulgar, pero custodiada a través de los siglos y mostrada a quien quiere y es capaz de asimilarla. De ahí la importancia de su ubicación. Primero fueron cuevas-santuario, luego mini-cenobios, después monasterios. ¿Por qué ahí y no allí? ¿Qué condiciones físicas y orográficas necesitaron nuestros más primitivos monasterios medievales? Incluso los monasterios urbanos ¿cómo se construyeron y por qué?

Dia 10, miércoles: 20 h.
MUESTRA DE VÍDEOS SOBRE LOS MONASTERIOS. Pedro CALAHORRA. Institución "Fernando el Católico"
El debe y el haber de los monasterios aragoneses. Instituto de Ciencias de la Educación. Universidad de Zaragoza, 1996. El desarrollo del Monacato y concretamente en Aragón, desde sus comienzos, y las diferentes variantes a través de los siglos. Sus monasterios y sus territorios. Su función e influencia en la vida religiosa y político-cívica de Aragón.El canto mozárabe. El canto de la antigua Iglesia hispana en su contexto histórico. BAC - INTEV, Madrid, 1995. 19 cantos mozárabes insertos en sugerentes imágenes que reflejan la época histórica en que se dieron; su lugar en la singular antigua liturgia hispana; su parte viva en la vida de los monasterios visigodos.

Dia 12, viernes: 20 h.
EL CANTO LITÚRGICO EN LOS MONASTERIOS ARAGONESES. Luis PRENSA. Conservatorio Superior de Música de Zaragoza
A lo largo de los siglos, en toda Europa la tradición ha sido casi idéntica respecto a los cantos de la Misa. Pero no ha sido así en los cantos del Oficio, donde muy pronto se van a configurar dos mundos íntimamente relacionados, pero distintos entre sí: el Ordo catedralicio y el Ordo monástico.Los monasterios aragoneses, al igual que los del resto de la Península y de Europa, introdujeron sus propios usos en la liturgia diaria, en función del tipo de vida que habían abrazado. Benedictinos, Cistercienses, Cartujos, Camaldulenses... supieron imprimir a sus cantos las señas de identidad que les diferenciaban entre si. Esa rica y antiquísima tradición ha pervivido, con matices distintos, a lo largo de los siglos, llegando así hasta nuestros días.Mediante la audición y la práctica de algunas piezas de estos repertorios, se tratará de revivir el pasado musical de nuestros ancestros.

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